Intermas Aquaculture apuesta por ofrecer soluciones para el cultivo de las algas, en concreto las especies Kappahycus y Gracilaria sp. Estas soluciones junto con las mallas compostables permiten el desarrollo y la protección de los ecosistemas marinos y algas para fomentar el Carbono Azul.
El cambio climático generado en parte por la acción del hombre y el consumo de energía implica la creación y concentración en la atmosfera de los principales gases de efecto invernadero, el dióxido de carbono (Co2) y pone en riesgo el equilibrio natural existente en el medio. Aunque el efecto invernadero es necesario para que haya vida manteniendo unas temperaturas que permitan vivir en él, la concentración de estos gases tiene repercusiones dañinas para el planeta.
Pero el ecosistema marino, tiene mucho que aportar para reducir la presencia de CO2. Los manglares, marismas y pastos marinos, en definitiva, las algas de este ecosistema, gracias a su proceso de fotosíntesis, son capaces de absorber el CO2 presente en el agua, y liberan oxígeno que se mantiene disuelto en el agua o pasa a la atmósfera. Este proceso se denomina Blue Carbon o carbono azul, ya que es en los mares donde tiene lugar la absorción del carbono.
Además de capturar CO2 de forma mucho más rápida que en terrestre, también lo hacen durante mucho más tiempo. De hecho, se trata de ecosistemas que no están sometidos al peligro de incendios, lo que permite que, en condiciones adecuadas, permanecer en este estado durante miles de años.
El blue carbon tan sólo es uno de los beneficios de estos ecosistemas marinos, ya que también protegen de tormentas, mareas, erosión de las costas, regulación de la calidad del agua, filtración de contaminantes en el agua y la creación de un hábitat para el ecosistema.
Es por esto por lo que la protección de estos bosques subacuáticos es imprescindible para combatir el cambio climático, aunque muchas veces, pasan desapercibidos al tratarse de un ecosistema no visible a la mayoría de las personas.